martes, 24 de agosto de 2010

31/12/07

Hoy me han deseado más "¡Happy new year!" que en toda mi vida.
Al contrario que nochebuena, el fin de año es universal a todos los que compartimos el calendario.



Pero antes de contar el fin de año...
En Kochi fuimos a la selva, fue maravilloso.
Estuvimos metidos en un taxi un montón de horas para llegar a Varkala, en la costa sur.
Queríamos ir a un hotel que decía la Lonely, de juncos, pero no había sitio y acabamos en uno nuevo que tiene una oficina central y luego casitas esparcidas por el terreno. Cada casita es una habitación con baño. Litos y mamá tienen una y yo la de al lado, a unos pasos.

Esta mañana ha ocurrido algo inesperado: Al amanecer, entra Litos de un portazo en mi habitación, mira la puerta pálido y se va. Me quedo trastornada en la cama, y agarrada a las sábanas porque mi pijama estaba tendido el porche secándose. Me visto y voy a la casita de al lado. Resulta que mamá y Litos, como yo, no habían cerrado con llave la puerta, y unos ladrones se habían llevado la cámara de fotos Nikon (adquirida para el viaje a la India y que tenía que durar toda la vida), la cámara de video (que contenía el reportaje del viaje), un reloj, un móvil y gran parte de nuestro dinero para el viaje. No entraron en mi habitación, pero me he quedado sin fotos. Mierda. A Litos le va a dar algo. Bueno, al menos han dejado los pasaportes y las bragas.

En fin, con ladrones y todo, Varcala es como el Caribe. Hay muchas palmeras y el agua del mar está calentita, con unas olas perfectas.



Hemos pasado un fin de año precioso en el Funky Café, que es medio chill-out. Hoy había espectáculos de danza, contorsionismo, música... El dueño se llama Babu, es muy.. "enrrollado" jaja. Controla todo lo último de Varkala.
Como nuestro hotel es nuevo, está limpio. El baño es una gozada, aunque sigue siendo de cubo y tacita. Pero he descubierto que puedo ducharme con una manguerita que está al lado del vater y que se supone que es para limpiarse el culo. Como está nueva, me da igual.
En mi cuarto hay unas mini- hormigas carnívoras que por la noche se meten en mi cama. Me da miedo despertarme y ser un esqueleto. No sé qué hacer con ellas, me van a volver loca.



Y Dios mío, ha aparecido una tarántula en mi cuarto de baño. Me ha dado un infarto.



No sé cómo dormir.

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